Soy Ana Isabel, Anaís para los amigos, y la empatía es mi arma secreta.

Desde canija hago de todo con las manos. Crecí en un entorno de labores y costura, pero decir que esto es lo único que me gustaba hacer sería una vil mentira. 

Siempre me he considerado multipotencial, por lo que cuando llevo un período de tiempo dedicada a una misma actividad necesito parar y darme permiso para hacer algo diferente e investigar nuevas opciones. 

Eso sí, al final siempre vuelvo al redil de las labores. Son mi casa. 

Con ellas he pasado infinidad de horas de auténtico bienestar.

Confieso que hay una parte de mí que vive en la nostalgia. La estética retro, las pelis de los 80 y los 90, los juguetes clásicos y ese estilo de vida lenta, pero emocionante. 

Seguramente por eso empecé con los muñecos. Buscando personajes míticos con mi vuelta de tuerca personal. 

Posteriormente añadí algunos complementos y accesorios como las riñoneras, utilizando telas muy específicas. Y poco a poco seguiré evolucionando con nuevos productos basados en esa nostalgia, pero también en la practicidad y el bonitismo.

Todo lo que creo está basado en el cariño por el detalle y pensado sobre todo para niñxs grandes. Personas como yo que nunca dejaron de jugar por dentro.